Los conflictos en Grecia siguen empeorando: los manifestantes han tomado las calles, se enfrentan a la policía con bombas molotov, intentaron incendiar el Ministerio de Hacienda y siguen protestando a pocos metros de la sede del Parlamento.
Mientras tanto, el Congreso aprobó el plan de austeridad que busca aumentar los impuestos para generar un ahorro para los próximos cinco años y evitar que el país caiga en bancarrota, con la finalidad también de acceder el apoyo millonario de la Unión Europeo y el Fondo Monetario Internacional.